MT: Cómo afecta el estrés al cerebro: Qué hacer ante ello
MD: El estrés puede llegar a ser un enemigo silencioso para el cerebro, afectando su funcionalidad. Descubre cómo lo afecta y tips para protegerlo.
El estrés, una reacción natural del cuerpo ante desafíos o amenazas, se ha convertido en un fiel compañero para la mayoría de personas debido al ritmo de vida moderno. Digamos que el estrés es un componente normal de nuestra vida. Aunque percibir un poco de estrés es motivador para dar lo mejor de nosotros mismos en determinados momentos, hay que decir que demasiado estrés puede tener consecuencias importantes para nuestra salud, pues este puede producir problemas cardíacos, digestivos, inmunológicos…pero el peor parado en toda esta situación suele ser el cerebro.
El cerebro es un órgano complejo que, según algunos estudios, necesita estar libre de estrés para funcionar adecuadamente. Podemos distinguir dos tipos de estrés: crónico y agudo. El agudo en sí es algo transitorio (como un accidente de tránsito) y el que preocupa más es el crónico, pues es el que se extiende en el tiempo.
Cuando el nivel de estrés es elevado (crónico), se produce un aumento de una de las hormonas del estrés, el cortisol, que logra afectar áreas clave del cerebro, como la corteza prefrontal, la amígdala y el hipocampo. El daño en el hipocampo hace que las personas pueden llegar a tener dificultades para concentrarse y recordar, pues se ve afectada la memoria espacial (aquella en la que no puedes recordar dónde dejaste un objeto, por ejemplo) y la memoria a corto plazo. La amígdala, por otra parte, es la encargada de las emociones y, ante un estrés crónico, aumenta su tamaño, provocando respuestas más intensas a estímulos emocionales. De ahí parten las sensaciones de ansiedad o depresión. Finalmente, la corteza prefrontal es la encargada de la toma de decisiones y el autocontrol. El estrés constante la debilita con el tiempo, dificultando la capacidad para concentrarse o pensar con claridad.
Por si esto fuera poco, el estrés crónico también contribuye a la inflamación del cerebro, dando lugar a acelerar el deterioro cognitivo y que aumente el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, o incluso llegar a sufrir de derrames cerebrales.
Tips para un Cerebro Saludable
Dado que el estrés es el causante de que nuestro cerebro pueda verse afectado a largo plazo, lo primordial es aplicar medidas para mantenerlo a raya. Afortunadamente, hay muchas cosas que podemos hacer para reducir los efectos del estrés.
- Haz ejercicio físico
El ejercicio regular, como caminar, yoga o natación, estimula la producción de endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad. También ayuda a reducir los niveles de cortisol y mejora la función cerebral gracias a la oxigenación de los tejidos.
- Realiza ejercicios de respiración o meditación
La meditación, la respiración profunda y el mindfulness son herramientas eficaces para calmar la mente, mejorar la memoria y reducir la actividad excesiva de la amígdala, lo que los ayuda a manejar el estrés en el momento.
- Lleva una dieta equilibrada
Una alimentación rica en frutas, verduras, grasas saludables y proteínas brinda al cerebro los nutrientes que necesita para enfrentar el estrés.
- Duerme bien
El sueño es crucial para reparar el cerebro. Durante el sueño, este es capaz de “ordenar y almacenar” los conocimientos adquiridos durante el día. Las personas que no duermen bien, tienen problemas para recordar y para aprender.
- Incluye Suplementos de Magnesio
El magnesio es un mineral esencial que juega un papel importante en la relajación muscular, el equilibrio nervioso y la salud cerebral. En particular, el Glicinato de Magnesio es una forma altamente biodisponible y suave para el sistema digestivo, ideal para combatir los efectos del estrés, pues influye en los niveles de cortisol, ayudando a equilibrarlos y regula ciertos neurotransmisores, como el GABA, que inducen una sensación de calma.
